Las tecnológicas acuden en ayuda del ser humano.
Gracias a que ahora podemos hacer que nos traigan a casa lo que compramos por internet están desapareciendo multitud de pequeños negocios, aumentando los monopolios que disminuyen la competencia, disparando la contaminación por el aumento del gasto en electricidad de los centros de datos y de combustibles fósiles en los medios de transporte, y se está esclavizando a los mismos transportistas a los que se despedirá después, en cuanto se permita circular a vehículos autónomos, mientras nuestros datos personales son de dominio público sin nuestro consentimiento y pueden ser usados por la Inteligencia Artificial para localizarnos y matarnos en cualquier guerra.
¡Gracias! multinacionales, porque no dejáis de demostrar que vuestro denuedo en mejorar la vida humana es inasequible al desaliento.